jueves, 29 de mayo de 2008

Un alma perdida en medio de La Paz.


Regresaba de Lima por carretera, pasé por Arequipa, luego por Puno donde me agarró el soroche, desde ahí hasta adelante ya no era el mismo, me sentía un poco mareado y me cansaba con solo dar dos pasos.
El Bus se demoró porque había protestas en la carretera y a La Paz que había calculado llegar al medio día, llegué a las 8 de la noche, no tuve otra opción que quedarme a dormir en un Hotel o Alojamiento.
Me acuerdo que el taxi me llevó y para bajar las maletas me tuvo que ayudar porque no daba.
Ya solo, tenía que subir las maletas hasta el cuarto piso, subiendo las dos primeras maletas caí tendido en la cama, ni que decir de las dos siguientes maletas, caí muerto.
Era una habitación simple, con una cama de dos plazas, una mesa, un velador con una ventana al pasillo donde entraba la luz del pasadizo.
Me acosté temprano, era como las once de la noche hora de Bolivia, luego de arreglar todo para salir al día siguiente a buscar pasaje para ir a Villazón – Quiaca.
Me acuerdo que estaba echado de costado izquierdo con la cabeza encima de la almohada y tapado hasta la altura de los ojos, quería respirar aire caliente debido a que no tenía calefacción y estaba a 2 grados de temperatura.
Ya sería las cuatro de la madrugada yo estaba dormido y sentía que una mujer me hacia rulos en el cabello, pero no le hice caso en ese momento, pensaba que era Doris que me hacía los rulos en la parte delantera de la cabellera, seguí durmiendo, cuando me di cuenta que sería unos diez minutos mas tarde atiné a darme la vuelta pero sin que se de cuenta que la estaba mirando, la veo recostada entre la cabecera y mi almohada con la mano apoyada sobre mi almohada, con la cabeza sobre su brazo, el otro brazo haciéndome rulos con el dedo, y desnuda, me dio un miedo fuerte pero no hice nada mas que hacerme el dormido, no habrá pasado ni veinte segundos y me quedé dormido hasta el día siguiente.
Un alma perdida en medio de La Paz.

En la foto, es la vista que tengo desde la habitación donde me quedé a dormir...