sábado, 14 de junio de 2008

Infidelidad frustrada…


Una vez salía del trabajo con una compañera de trabajo, de casualidad del destino pasamos por mi casa y entramos para dejar un poco de cosas.

Tengo la costumbre de mencionar mi dormitorio como lo he arreglado, como lo he pintado y todas las cosas que hice en cualquier parte.

Justo ese día no había nadie en casa.

Entramos a mi dormitorio porque la puerta da para la sala y miró todo, por la curiosidad que dejo cuando cuento sobre mi dormitorio.

La situación era como para que pasara algo más que una simple amistad, pero justo en ese momento que estoy atrás de ella aparece una persona en la esquina de mi dormitorio que me hizo salir disparado diciéndole a ella para ir de una vez para la oficina.

Calculo que fue mi Bisabuelo que no quería que saque un pie del plato, porque con Doris nunca se apareció nadie…



La foto es mi dormitorio donde pasó todo ...